Cruz del Campo
A PRIMITIVA Y FERVOROSA HERMANDAD DE LA , SANGRE DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO Y SANTO ROSARIO.
1- LOS ORÍGENES (siglos XVI al XIX):
Las raíces de la devoción a la Santa Cruz, en su advocación del Campo, podemos asentarlas en tres realidades presentes en Villarrasa durante los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX:
– Por un lado, la existencia de la “Hermandad de la Vera+Cruz y Sangre de Cristo”, de la que se tiene constancia documental en 1601. Salía en procesión de penitencia con el Cristo de la Vera+Cruz (o de la Sangre) el Jueves Santo desde la ermita de la Misericordia (actual de Ntra. Sra. de los Remedios) y festejaba la fiesta de la Santa Cruz el día 3 de mayo. Hecho que se mantuvo hasta entrado el siglo XIX y que a través de un pleito mantenido en 1815 con su mayordomo y que trascendió al mismo Arzobispado de Sevilla, podemos saber que el día de la Invención de la Santa Cruz se oficiaba Solemne Función en su honor, seguida de procesión, tras la cual, se celebraba una “Puja” que tenía lugar en el porche de la Iglesia parroquial con las ofrendas de los devotos de las distintas collaciones del pueblo.
Como muestra de la devoción crucera de nuestro pueblo en aquella época, se conserva una capellanía de 1659 en la que dos villarraseras, Dª. Juana Téllez y Dª. Catalina de Orihuela, dejan en testamento (…) el decir todos los días festivos dentro de cada semana y una Misa de alva y otra cantada en el día de la Sta. Cruz de Mayo. Por otro lado, aún se conserva la Cruz-relicario de la Parroquia, más conocida como “Cruz de plata”, que custodia un fragmento de la verdadera Cruz de Cristo, realizado en 1746.
– La construcción de peanas o humilladeros con Cruz repartidos por todo el pueblo. Éstas obedecían a distintos motivos: lugar de enterramientos en épocas de epidemia, salidas y entradas del pueblo con finalidad protectora, memoria de algún suceso importante, etc… También servían para marcar las distintas Estaciones del Via Crucis. Dichas peanas o humilladeros, con el tiempo, fueron levantando cierta veneración en el vecindario. Una de ellas, situada a la salida del pueblo por el norte, próxima a la Iglesia Parroquial, se denominaba la Cruz del Campo y que ya avanzado el siglo XX varió su ubicación debido al crecimiento urbano de esa zona. Gozaba de gran devoción entre los lugareños debido a la especial protección que ejercía sobre los cultivos y labores del campo, sustento base de Villarrasa desde sus orígenes y aún hoy.
-Y una tercera realidad, digna de tener en consideración, es la ancestral costumbre de celebrar fiestas en casas particulares en torno a la Santa Cruz durante el mes de mayo. Costumbre que también se extiende por toda la baja Andalucía, evolucionando según el devenir histórico de cada lugar.
Todo lo anteriormente expuesto no son más que referencias de un terreno lo suficientemente abonado como para que, en los años posteriores, eclosionara la devoción a la Santa Cruz con las formas con las que la conocemos hoy día.

2- SE FRAGUA UNA HERMANDAD DE GLORIA (siglo XIX):
El siglo XIX fue una época de profundos cambios a nivel social, cultural, religioso, político y filosófico en nuestro país (invasión napoleónica, guerras, desamortizaciones, epidemias, etc). Ello repercutió de forma negativa en el ámbito eclesiástico y más concretamente en las manifestaciones de religiosidad popular tal y como venían celebrándose desde centurias pasadas. Nuestro pueblo no fue ajeno a todo ello y también sufrió las consecuencias de dichos acontecimientos, de tal manera que algunas hermandades se extinguieron, otras se reorganizaron y surgieron otras nuevas.
En lo concerniente a la devoción crucera, decayó la hermandad de la Vera Cruz, pero el pueblo siguió celebrando y festejando al Santo Madero. Y fue en ese contexto cuando se realizó la Imagen de la Santa Cruz del Campo -la misma que actualmente se conserva y de la que hablaremos en un epígrafe aparte- con la finalidad de dedicarle culto y procesión, así como celebrar en su honor las fiestas del día 3 de mayo. El pueblo encauzaría mediante una hermandad de gloria, organizada a tal efecto, una devoción que venía de siglos atrás en torno al humilladero de la Cruz del Campo antes mencionado.
Sin un lugar para su culto, fueron las habitaciones o “portales” de las solariegas casas de influyentes familias del pueblo, situadas por las calles Cruz, Piñón, Larga, Empedrada y San Vicente las que hicieron las veces de capilla para exponer en mayo la imagen de la Santa Cruz del Campo. Dichas familias-mayordomos, por el control social y autoridad moral que ejercían en toda la población, actuaban como mecenas en la organización de las fiestas, no solo en lo económico, sino también en lo espiritual, haciendo que la devoción a la Santa Cruz del Campo fuera en aumento hasta el punto de construírsele una capilla propia, hecho inédito en el devenir crucero de la época y que deja bien a las claras que lo concerniente a la Cruz en nuestra Hermandad iba más allá de lo meramente festivo.

3- LA CONSOLIDACIÓN (1889-1981):
Tanta relevancia cobró esta devoción a la Santa Cruz, que en un contrato privado, fechado el 3 de mayo de 1889, se hace referencia a la capilla que los hermanos construyeron sobre unos terrenos donados por Dª. Cristina Ribera y Pérez. Del 19 de mayo de ese mismo año se conserva un acta en papel timbrado donde la hermandad adquiere, ante una treintena de hermanos/as, plenos poderes sobre la capilla, para exposición, culto y adoración de la Santa Cruz.
Independientemente del tema de fondo de dichos documentos, lo interesante está en las conclusiones que de ellos se pueden sacar por los datos implícitos que arrojan:
-La existencia de una hermandad. Es importante reseñarlo, ya que, como hemos referido, no era común en nuestro entorno que algo tan meramente popular y espontáneo como las “cruces de mayo” contaran con estructuras organizadas. Al ser un documento oficial, se deduce que la hermandad ya actuaba por entonces como persona jurídica, lo que le confiere entidad legal.
-La construcción de una capilla propia. Redundando en lo anteriormente comentado, podríamos estar ante una de las primeras edificaciones construidas exprofeso para una “Cruz de mayo”, puesto que hasta fechas bastante recientes, la mayoría se exponían en casas particulares.
-La Capilla fue construida por los hermanos de la Hermandad en el mismo lugar donde se ubica actualmente que, por aquel entonces, era un espacio semiurbano y así se constata en el mencionado contrato: (…) detrás del cortinal con el que fonda. A la derecha de entrada con la casa de Juan Domínguez Arroyo, por la izquierda y espalda con el mencionado cortinal (…).
Esta época (último tercio del siglo XIX) coincide en el tiempo con un movimiento artístico, cultural y de pensamiento denominado “Romanticismo” que, entre otros muchos aspectos y para lo que aquí nos interesa, se caracterizó por la exaltación de los valores y costumbres propios de casa país o región. Todo ello propiciaría que las fiestas en honor de la Santa Cruz adquirieran las formas con las que las conocemos hoy día y que, hasta 1955, seguían celebrándose exclusivamente el día 3 de mayo, con traslado a la Iglesia parroquial en la víspera, misa de Comunión General al alba, Función Principal de Instituto a la hora tercia (9 de la mañana aproximadamente), Romerito a las 12 de la mañana y procesión de la Santa Cruz desde la Iglesia hacia su capilla a eso de las 5 de la tarde..
Coincidiendo con la festividad del Corpus Christi, se celebraba lo que se denominaba como “la Danza”. Consistía en un Rosario público en procesión hacia la antigua peana de la Cruz del Campo y allí los Hermanos Mayores del año cedían la vara de la Hermandad a los del año siguiente.
A principios del siglo XX se realizaron importantes enseres que aún se conservan, como uno de los sudarios de la Santa Cruz, bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda (Sevilla). Al mismo genial bordador le debemos la ejecución de uno de los “Simpecados” que atesora la hermandad.
Hubo un periodo de postración coincidiendo con la guerra civil de 1936. Pese a las penurias de la posguerra, en 1947 se reformó la capilla con elementos arquitectónicos regionalistas, apareciendo el característico arco ojival de puntas góticas. La fachada se recubrió de placas cerámicas coronándose ésta con un azulejo de nuestra Titular. Por esas fechas se enriqueció el paso con la inclusión de unos respiraderos tallados en madera y dorados.
En 1955 se daría un hecho que marcó un hito. Con la reforma del calendario litúrgico, la fiesta de la Santa Cruz del Campo se trasladó al domingo siguiente al 3 de mayo.
A partir de la década de los 60 comenzó un periodo de estrenos de enseres, como cuatro banderas, banderín y frontiles de los bueyes, bordados en oro por varias mujeres del pueblo. En el Convento de Santa Isabel de Sevilla, se realizó otro de los Simpecados de la hermandad. Por el año 1963, el entonces párroco de Villarrasa, Dº. Antonio Ruiz Mesa, dictó unas estrictas normas para la celebración de las fiestas cruceras de Villarrasa, especificándose hasta los itinerarios de las Procesiones y perfil indicado de las personas que debían pertenecer a las Juntas de Gobierno. En 1966 comenzó la construcción del actual paso procesional, comenzando ese año con los candelabros, concluyéndose totalmente en 1973 con el juego de jarras; esta obra fue realizada por Orfebrería Villarreal, de Sevilla.
A principios de los 70 se estrenaron numerosos enseres como el juego de varas, faroles, astas de insignias, etc. En 1972, se bordó en el convento de Santa Isabel de Sevilla un nuevo sudario para la Santa Cruz, estrenándose al año siguiente coincidiendo con la terminación del paso. A mediados de dicha década, la procesión Solemne de la Santa Cruz comenzó a celebrarse a la ida a la Iglesia el sábado por la noche, en vez del domingo de regreso a la capilla después del Romero, como se venía haciendo hasta entonces, hecho que duró hasta 1996. En 1976 se comenzó a realizar la actual carreta del Romerito, inspirada en la anterior, conservando el estilo templete neogótico. Cincelada y repujada por Orfebrería Villarreal (Sevilla). En 1978, salió por primera vez el Rosario el viernes de las fiestas, con claras reminiscencias de lo que se hacía en “la Danza”, desde tiempo inmemorial. En mayo de 1980 se estrenó el actual gallardete o estandarte corporativo, bordado en oro por el Convento de Santa Isabel de Sevilla.

4- ACTUALIDAD:
A la luz del Concilio Vaticano II y de una legislación actualizada de la vida seglar de la Iglesia, a finales de dicha década nuestra Hermandad comenzó a elaborar las Reglas para su constitución eclesiástica en la Diócesis de Huelva, Reglas que son aprobadas por el Exmo. y Rvdmo. Sr. Obispo D. Rafael González Moralejo el 5 de marzo de 1981. Se constituye así como la primera Hermandad de gloria con tradición histórica en Villarrasa que realiza dicho trámite.
Ese mismo año se construyó la actual Capilla en los mismos terrenos que la anterior. Diseñada por D. Joaquín Gómez Alberca. Sobresale la portada de tipo ojival abocinada flanqueada con azulejos que representan los Misterios del Santo Rosario, pintados a mano; estrenándose, al mismo tiempo, los ornamentos interiores como lámpara y apliques de plata, todo ello realizado por Orfebrería Villarreal. El 19 de septiembre de 1981se bendijo la nueva Capilla, por el párroco Rvdo. Sr. D. Manuel Castilla Bonaño, siendo un acontecimiento escrito con letras de oro en la historia de la Hermandad.
En 1983, Francisco Madrid talló una réplica de la Imagen de la Patrona de la localidad, la Stma. Virgen de los Remedios. Se bendijo en la ermita de nuestra Patrona el viernes del Rosario de aquel año a cargo del por entonces Párroco Rvdo. Sr. D. José González Ramírez y por nuestro hermano Rvdo. Sr. D. Rafael Infante de Cos (S.D.B.); trasladándose posteriormente a la capilla y entronizada solemnemente a los pies de la Santa Cruz en el paso, lugar que ocupa desde entonces.
En 1988, la Hermandad adquiere un inmueble en la plaza Isabel II destinado a Casa-Hermandad. Cabe destacar que fue la primera vez en nuestro pueblo que una Hermandad adquiría un inmueble exprofeso para destinarlo a dicho fin.
En 1996 se modifican las fiestas pasando a celebrarse en dos fines de semana. En 1998 y 1999 se estrenan dos banderas de tisú de plata y terciopelo bordado en oro y banderín bordado en dicho material, por Fernández y Enríquez de Brenes. En los talleres de Antonio Ibáñez se talló la primera fase del retablo para la Capilla (2002); también se restauró el sudario de Rodríguez Ojeda en el taller de Elena Caro en dicho año. En 2003 ocurriría un hecho histórico: la Imagen de nuestra Patrona, la Stma. Virgen de los Remedios, presidió nuestra capilla el sábado 26 de julio de dicho año, dentro de los actos programados con motivo del V Centenario de su Aparición. El 9 de septiembre de 2006 se conmemoró el XXV Aniversario de la Bendición de la Capilla.
El 27 de abril de 2008, durante la Solemne Función Principal de Instituto, nuestro Obispo, Exmo. y Rvdmo. Sr. D. José Vilaplana Blasco, impuso un viril a la Imagen de nuestra Titular, con el fin de proteger el Rostro de Cristo.
En 2011, nuestra hermana, Dª. Isabel Domínguez Bernal, dona la habitación de su propiedad colindante a la capilla para que la Hermandad lo destinara a sacristía, que fue bendecida por el Rvdo. Sr. D. Varghese Joseph Nelluvelil el 3 de mayo de 2012. Ese mismo año se construyó un inmueble destinado a almacén, sobre terrenos donados por nuestro hermano D. Manuel Barranca Barrera.
En 2021 se estrenó el dorado del retablo, que fue realizado por los Hermanos González (Sevilla), concluyéndose con un frontal diseñado y tallado por Óscar Caballero (Sevilla) y estrenado en 2022. En 2023 se bendice la Imagen de la Santa Cruz Infantil, realizada por un hermano de la hermandad en terciopelo rojo bordado en oro con los símbolos de los siete Sacramentos. Preside la procesión que protagonizan los niños/as en la ofrenda floral que ofrecen a la Imagen de la Santa Cruz del Campo el primer viernes de las fiestas.
El devenir de los años y siglos ha hecho que esta Hermandad goce de una personalidad bien definida, con un patrimonio que no pretende más que ser reflejo de la grandeza de Dios, a cuyo honor y gloria, y provecho de nuestras almas, inclinamos todo cuanto hacemos.

5- LA IMAGEN DELA SANTA CRUZ DEL CAMPO.
Cabe destacar, por encima de todo, la Imagen de la Santa Cruz del Campo, centro y culmen de toda la vida de esta hermandad. Dicha Imagen posee unas características que la hacen única, identificable e inconfundible. Y ello es debido a una serie de singularidades tales como:
-Iconografía y simbología. La Imagen de la Santa Cruz del Campo, revestida de terciopelo rojo bordado en oro, mostacilla, etc…, rodeada por un arco de flores y orlada con una banda o sudario, encierra un profundo simbolismo teológico manifestado en cada uno de sus detalles que se reseñan a continuación: Representa en sí misma, el “Arma Christi”, es decir, las “armas” con las que Cristo venció a la muerte y al pecado. Es, toda ella, una oda al Triunfo de Cristo. Posee, también, una marcada identidad propia que conforma un icono que la hace fácilmente reconocible dentro de la extensa imaginería crucera del entorno. Todos los elementos que la conforman guardan una profunda simbología teológica:
*El color del terciopelo, rojo, con el que está revestido el madero de la Cruz alude directamente a la Sangre de Cristo, derramada como rescate del mundo. De ahí que la Liturgia eclesiástica lo emplee para los oficios dedicados a la Pasión del Señor, su Santa Cruz y para los santos mártires. También se suele considerar para señalar el carácter sacrificial de la Eucaristía.
*Motivos eucarísticos bordados, tales como el trigo y la vid, que redundan en lo anterior. La Eucaristía es la renovación incruenta del Sacrificio de Cristo en la Cruz.
*Símbolos de la Pasión, también bordados, tales como la escalera, el hisopo, la lanza, la corona de espinas, la caña, la columna, el flagelo, el martillo, las tenazas y el cíngulo; conformando, como ya se ha comentado, el “Arma Christi”, los atributos con los que se valió Cristo para vencer a la muerte y al pecado, redimiendo con ello a toda la humanidad.
*Motivos florales y de plantas. Cada atributo de la Pasión se haya rodeado con una corona conformada con plantas de profundo significado bíblico, y así, podemos ver el olivo, símbolo de la paz y la reconciliación de Dios con Noé tras el Diluvio; el laurel y la palma, signos de triunfo y victoria. Entre las flores, destacan la rosa, símbolo de la Pasión de Cristo, entregado por Amor al género humano, bordada en el centro del cuerpo vertical de la Cruz (“stipes”) terciado hacia la derecha de la misma como trasunto del lugar donde se produjo la Lanzada en el Cuerpo del Señor; los pensamientos, tipos de flores que aluden a la contemplación de lo trascendente mediante el conocimiento intelectual; los jazmines, símbolo de la fragancia de la sencillez y la humildad con la que también se puede alcanzar la contemplación de Dios; y la azucena, flor que simboliza la pureza, que también alude a la figura de la Stma. Virgen, siempre a los pies de la Cruz.
*El “encajillo” y las potencias. Como ya se ha comentado, realizados en plata dorada, simbolizan el aura que emana del Cuerpo de Cristo, como Luz del mundo y de todo lo que ocurrió en la Cruz, para los cristianos, el hecho más trascendental de la historia.
*El sudario, o también llamado “bandas”. Es la representación de la tela con la que descendieron a Cristo de la Cruz, lo que alude a su Resurrección. La Santa Cruz del Campo, como metáfora del Sacramento de la Eucaristía, lo presenta bordado sobre blanco, aludiendo a la pureza de Cristo, al igual que los manteles que se usan para la Santa Misa donde se ofrece el Sacrificio supremo de Cristo en la Cruz. También alude al tiempo litúrgico donde tienen lugar sus fiestas: la Pascua de Resurrección. Uno de sus sudarios, realizado por el célebre bordador sevillano, Juan Manuel Rodríguez Ojeda a principios del siglo XX, presenta un corpus iconográfico que viene a enfatizar aún más el mensaje teológico de todo el conjunto, bordado en oro, presenta hojas de acanto semiabiertas y rosas entrelazadas, simbolizando la consecución de la vida eterna a través de la entrega por amor. Otro de sus sudarios, realizado en el Convento de Santa Isabel (Sevilla) en 1973, está conformado por una guirnalda de medallones en hojilla de oro, lo que le otorga gran riqueza material al conjunto. La forma con la que se coloca es otro de los signos distintivos que confiere una marcada identidad a la imagen.
*El arco de flores. Es, sin duda, uno de los elementos más característicos de la Imagen de la Santa Cruz del Campo, su forma de corazón alude al Amor infinito de Dios, motivo por el cual se hace hombre y se entrega en la Cruz. En la iconografía cristiana se suele representar también con el Sagrado Corazón de Jesús. También simboliza la victoria y la Resurrección, tomando como ejemplo los arcos y coronas de triunfo tan comunes en las culturas mediterráneas. Por otra parte, sus flores no tienden a imitar las existentes en la naturaleza sino que adquieren nuevas formas como trasunto de lo supraterrenal, como por ejemplo, los característicos “gallitos”; esto es porque simbolizan el Paraíso prometido que se nos franquea gracias al Sacrificio Redentor en la Cruz. También simboliza la eternidad de Dios como creador de todo cuanto está representado en la Imagen, puesto que el arco rodea todo el conjunto y no tiene principio ni fin, al igual que el Padre Eterno.
-Materiales y técnicas de ejecución. Todo el conjunto es una composición heterogénea de materiales de distinta naturaleza (textil, bordados, orfebrería, joyería, etc) que, aparte de otorgarle gran atractivo estético, le confiere una indiscutible riqueza material que redunda en el mensaje iconológico de todo la Imagen. Entre esos materiales destacan las mostacillas, unas diminutas cuentas de cristal que van conformando volumétricamente los motivos bordados que presenta la Cruz en su “cuerpo”, la peculiaridad aquí radica en que estamos ante un material que ya no es común en el arte del bordado erudito, por la dificultad al trabajarlos y por su fragilidad, lo que ocasiona que apenas existan ejemplares con los que establecer analogías. A la mostacilla se le unen otros materiales propios del bordado en oro decimonónico, tales como: canutillos, espejuelos, lentejuelas, talcos, aljófares e hilos de oro de diferentes tipologías. Todos ellos bordados directamente sobre el soporte textil original (terciopelo rojo); lo que le confiere aún más mérito pues dicho material, al ser el original, contiene valor en sí mismo y hace que la obra conserve su lectura íntegra tal y como fue realizada. La Imagen también presenta otros materiales de distinta naturaleza, como la plata dorada, que conforma el “encajillo” (cantonera) que ribetea el contorno y las potencias; y el oro de ley, presente en la teca o viril que resguarda la miniatura del Santo Rostro de Cristo. Mención aparte merecen el sudario o bandas, los clavos (cuyas cabezas son bordadas) y el arco de flores, atributos estos que son anexos a la obra original y de los que hablaremos más adelante.
-Historia material. De momento no tenemos constancia de ningún documento que nos hable expresa y taxativamente de la realización de la Imagen de la Santa Cruz del Campo, como puede ser un contrato, carta de pago, etc. Lo único que conocemos sobre su origen nos ha llegado a través de la tradición oral, de la cual hemos de sacar un denominador común entre todas las versiones que han llegado a nuestros días: La parte más antigua, descrita en el ítem anterior, fue realizada por una monja en el Convento del Socorro de Sevilla, en el siglo XIX, y que en el mencionado convento había una villarrasera y otra que murió en “opinión de santa”.
Existe, no obstante, documentación escrita y una pieza bordada análoga que arrojan datos fidedignos que corroboran, en parte, lo transmitido oralmente. Por dichos documentos podemos saber que durante el siglo XIX no sólo hubo una monja villarrasera en el Convento del Socorro de Sevilla, sino dos, tía y sobrina respectivamente. Una de ellas llegó a ser Madre Superiora. La vinculación de dichas monjas con la realización de la Imagen de la Santa Cruz del Campo la encontramos en la existencia de un cuadro de pequeñas dimensiones, conservado por la familia directa de las mencionadas religiosas, realizado con los mismos materiales y técnicas que presenta la Cruz, siendo la única pieza con la que hemos podido establecer semejanzas.
Debido a la gran devoción que despierta, la Imagen de la Santa Cruz del Campo, a lo largo de toda su historia material, se ha ido exornando con atributos, todos reversibles, que refuerzan su ya de por sí rica simbología. Desde su origen cuenta con un arco de flores, que se ha ido renovando cada ciertos años con dispares materiales y técnicas (talco, textil, etc.) de forma artesanal.
A principios del siglo XX estrena uno de sus sudarios, bordado por Juan Manuel Rodríguez Ojeda. En 1973 se realiza otro en el Convento de Santa Isabel (Sevilla), ambas piezas las luce alternativamente. En 1961, Manuel Villarreal Fernández, famoso orfebre sevillano, realiza el mencionado encajillo o cantonera, potencias e INRI, todo en plata dorada. Este ribete sustituyó al original en dicho año, realizado con hilo y hojilla de oro con la técnica del bolillo y que aún conserva la Hermandad. En 2008, el Obispo de Huelva, el Rvdmo. Sr. D. José Vilaplana Blasco, impuso a la Santa Cruz una teca realizada en oro de ley por el orfebre Juan Borrero (Orfebrería Triana) tomando como base un antiguo viril del mismo metal precioso. Dicha presea protege la miniatura del Santo Rostro de Cristo presente en el crucero de la Imagen.

6- LAS FIESTAS EN SU HONOR:
-Subida de la Santa Cruz al paso. Efectuándose a las 12 de la noche del sábado al domingo anterior al comienzo de las fiestas (casi siempre, a finales de abril) . Previamente se ha expuesto al beso de los devotos.
-Triduo preparatorio. Celebrado en la Iglesia parroquial de San Vicente Mártir ante el santo Lignum Crucis (o “Cruz de Plata”). Días previos al comienzo de las fiestas. Finales de abril-principios de mayo.
-Cruz Infantil y Ofrenda Floral. Procesión protagonizada por los niños/as de la hermandad que concluye con la ofrenda floral que realizan a los pies de la Santa Cruz del Campo. Primer viernes de mayo por la tarde.
-Traslado de la Santa Cruz a la Iglesia Parroquial. La Imagen Titular es llevada en procesión desde su capilla hasta el templo parroquial. Tarde-noche del primer sábado de mayo.
-Solemne Función Principal de Instituto. Acto central de la hermandad, donde realiza pública y solemne Protestación de Fe Católica. Primer domingo de mayo a las 12 de la mañana. A continuación se celebra una fiesta de convivencia en la plaza Isabel II.
-Solemnes Cultos. Tienen lugar durante toda la semana en la Iglesia parroquial, con Exposición Mayor y Bendición solemne con el Santísimo Sacramento el jueves.
-Santo Rosario. Se celebra por las calles de la localidad donde los hermanos/as y devotos/as asisten con el traje típico andaluz. El momento culminante es la Ofrenda Floral a la Stma. Virgen de los Remedios, Excelsa Patrona de la localidad. Seguidamente se celebra una verbena en la calle Cruz. Noche-madrugada del segundo viernes de mayo.
-Procesión Solemne de la Santa Cruz. Es el acto de culto externo más importante de la hermandad. La Santa Cruz del Campo es llevada en procesión de gloria por las calles de la localidad, acompañada por sus hermanos/as y devotos/as alumbrando con cirios, cortejo litúrgico, bandas de música, etc, regresando a su capilla. Tarde-noche-madrugada del segundo sábado de mayo.
-Romerito. La insignia que representa a la Santa Cruz es llevada en un templete tirado por bueyes y acompañada de caballistas y carruajes en un cortejo donde el tipismo y la alegría se dan la mano para festejar de esta manera tan tradicional al sagrado madero como broche final de sus fiestas. Mediodía-tarde del segundo domingo de mayo.
-Corpus Christi. Se celebra la tradicional verbena, evolución de aquella “Danza” de tiempo inmemorial. Noche-madrugada del sábado de Corpus Christi. Asistencia corporativa a la Solemne Procesión del Corpus.
-Novena. Celebrada en la capilla, concluyendo con Santa Misa de Acción de Gracias. Finales de junio-principios de julio, en torno a la antigua fiesta de la preciosa sangre de Cristo, titular también de la hermandad.
-Otras fechas relevantes son el 14 de septiembre, fiesta de la exaltación de la santa Cruz; 7 de octubre, en honor de la Stma. Virgen del Rosario, cotitular de la Hermandad; Misa en sufragio de las almas de los hermanos/as difuntos, en noviembre; actividades con motivo de la Navidad, donde se monta y expone un Nacimiento en la capilla.